China intimida. La época en la que este gigantesco país asiático se limitaba a seguir a cierta distancia los pasos que daba Occidente en el ámbito de la tecnología ha pasado a mejor vida. Hoy no es razonable poner en tela de juicio la capacidad científica y técnica de esta superpotencia, por lo que su entrada en un mercado que hasta ahora le era relativamente ajeno merece ser observada con respeto. Este es el contexto en el que Biren Technology, una compañía china de la que posiblemente en adelante oiremos hablar con frecuencia, ha anunciado una serie de tarjetas gráficas que, sobre el papel, pinta sorprendentemente bien.